jueves, 17 de septiembre de 2009

LA PRESIDENCIA DE ROSA EN ARGENTINA

Rosas fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires
Durante este primer periodo de gobierno (1829-1832) Rosas va a gobernar con facultades extraordinarias, otorgadas por la Legislatura al Poder Ejecutivo durante la guerra civil promovida por Lavalle, y que al ser revocadas en 1832 van a provocar el alejamiento del gobernador del mando. Desde 1832 hasta 1835, el movimiento liderado por Rosas sostiene una lucha contra ejecutivos bonaerenses hasta provocar una ruptura en la posición hasta entonces sostenida por la Sala de Representantes reacia a conceder la renovación de los poderes excepcionales, que le confiere no solo estas facultades sino también la suma del Poder Publico, que equivalía a una manifiesta abdicación de todos los demás poderes del estado ante el Ejecutivo.
El Estado rosista constituyo siempre una conformación de poder acentuadamente inestable. En el interior de la Provincia de Buenos Aires, el orden conquistado debía ser sostenido permanentemente ya que enfrentaba una amenaza incesante.

La guerra civil en el interior fue un fenómeno prácticamente habitual durante los años de hegemonía rosista, pero además, junto a estos conflictos se encontaban los entablados con las potencias extranjeras.

Enfrentado a los efectos de la guerra brasileña en los primeros años de su mandato el gobierno rosista protagonizaría a mediados de los años 30 una breve guerra con la Confederación Peruano-boliviana y a finales de la década se vería involucrado en las luchas civiles de la República Oriental, convergiendo este conflicto en la intervención francesa, luego expandida a una intervención conjunta entre Gran Bretaña y Francia, estos conflictos y finalmente, los roces diplomáticos con las Repúblicas vecinas (Brasil y Paraguay), que favorecerían el desenlace que acabo entre 1851 y 1852 con su gobierno: la rebelión provincial apoyada por las tropas del Imperio vecino.
El objetivo principal de Rosas era la construcción de un orden socio-político legitimo y estable, tras dos décadas de inestabilidad provocados por las guerras de independencia y civiles, un orden que garantizara:
El predominio del sector mercantil-ganadero porteño.
La inserción plena en el mercado mundial.
El control de los recursos obtenidos por este comercio a través del puerto y la aduana de Buenos Aires.
El desarrollo de políticas que permitieran la expansión de la producción pecuaria demandada por aquel mercado.
Cuando Rosas llega al poder, su acción política tiene un objetivo claro: la paz. Se asigna el doble papel de apaciguador y de representante político del sector popular, de las masas urbanas y principalmente rurales que cada vez están mas movilizadas producto de los acontecimientos del ultimo año. Para Rosas el Río de la Plata, solo puede gobernarse popularmente, esta fue su carta de triunfo, la utilización del marco político imperante a fines de la década del 20, teniendo el apoyo de los sectores populares.

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